Capítulo 6: El profesor y el asunto de mi vecina

Google no me aclaró lo del 11 GdV 11 ni del “bp” por los que había preguntado el Subinspector Linares. Quizá el Profesor podría ayudarme. Le llamábamos así porque  había dado clases de MS-DOS en tiempos del Califato de Córdoba. Fui a visitarle.

  • ¡Muchacho!  ¡Cuánto tiempo  sin verte! Pasa, pasa… Me hizo pasar y sentarme en el salón.
  • ¿Te has casado?,  ¿tienes hijos?, ¿en qué trabajas? …

Se le amontonaban las preguntas. Diríase que quería hacer un “cat mi_ vida” sin tubearlo con “less11 •  Respondí de renglón:

  • No. Ni pensarlo.  En nada.
  • ¿Qué sabes de Serrano?, aquel que llamábais “Serrano el melenas , el terror de las nenas 11
  • Si, buen chaval. Se hizo de una ONG pro salvarlo todo, pero alguien de la dirección descubrió que se había comprado los muebles en Ikea y  el pobre no pudo soportar la humillación y  lo encontraron  colgado de la rama de un  árbol en un parque público.
  • ¡Qué detalle más tierno! Pobre muchacho … y Menéndez, ¿qué se ha hecho de Menéndez?
  • Prometía. Llegó a director de zona  de una multinacional. Cobraba un pastón. Un buen día dijo que había descubierto la luz, regaló todos sus bienes y se fué a meditar a no sé que montañas y no he sabido más de él.
  • Vaya, vaya. Pero bueno, ¿qué te ha traído por aquí?
  • Verá, creo que Vd es el único que puede ayudarme, ¿qué sabe del GdV y del bp?

Al oír aquellas siglas me hizo bajar la voz y se levantó de un salto. Corrió a la puerta, la abrió, miró fuera, volvió a cerrar pasando el pestillo , se fue a la ventana a correr las cortinas, por una rendija miró a la calle.

  • ¿Te han seguido? parece que no hay nadie , ¿seguro que no te han seguido?
  • Pero ¿qué ocurre?, ¿qué es tanto misterio?

Se sentó nuevamente muy nervioso y mirando continuamente a la puerta y a la ventana. Insistí en plan docto:

  • Toda acronimia debe tener un texto subyacente.
  • Y lo tiene , muchacho, lo tiene. ¿No has oído hablar nunca de los Guerrilleros del Ventanuco?

Era la primera vez que oía aquel nombre.

  • ¿Guerrilleros  del Ventanuco?
  • Están por todas partes. Muchos que son del grupo, ni saben que lo son. No puedes fiarte de nadie. Algunos lo niegan y reniegan para despistar. Un Guerrillero del Ventanuco nunca dice públicamente que lo es, se han infiltrado en todos los estamentos de la sociedad, lo ven todo, lo saben todo. Vayas donde vayas.
  • ¿Y el bp? – pregunté totalmente desconcertado.
  • Estos  son  los  peores.  Mala  gente.  Es  la facción  armada y  radical  de los Guerrilleros  del Ventanuco.  Se hacen  llamar …

Bajó más la voz y como hablándome al oído dijo:

  • … los Blue Pántallaz. Son como las SS para Hitler , la KGB para Stalin o el ketchup para un frankfurt. ¿Te acuerdas de Antúnez? ¿Aquel que cojeaba? un lince del C++. Pues ahora es .(punto)Antunez. Un personaje no visible ni con «CTRL+H». Muchacho, ¿no te habrás metido en líos, verdad? Yo no puedo ayudarte… Soy viejo. Aunque pudiera no sé cómo. No creí que jamás volviera a escuchar estas siglas. No digas a nadie que has hablado conmigo, te lo suplico.

Salí. A mis espaldas noté como volvía a pasar el pestillo. Sin querer le había ocasionado un kernel panic como la catedral de Burgos. Espero que:

# cat /proc/sys/kernel/panic

No tenga un cero por resultado, en tal caso nunca volverá a la realidad.  Si el Profe fuera un sistema operativo podría hacer que tras un kernel panic se reiniciara a los 3 segundos con:

#  echo "kernel. panic=3" >> /et c/ sysctl. conf

y asunto resuelto. O, en plan rápido y para la ocación , manteniendo pulsadas las teclas «Alt+lmpPant» (la de capturar la pantalla) pulsar sucesivamente las teclas REISUB aunque tengas que hacer virguerías con los dedos. Pero el Profe era una persona y una persona si no lo supera, puede terminar muy mal.